¿Y si más allá de nuestras propias espectrales proyecciones, se tratará realmente de una mano extendida a fin de liberarnos de nuestros secretos miedos y prisiones? ¿Y si fuera nuestra propia ofuscación la que hubiese confundido realidad y ilusión? Lo que aquí se pretende, es dilucidar hasta que punto todo ello es posible que nos este pasando.
Es muy sencillo. Las personas mayores quieren estropearle la neurona que patina. Y el se limita a mostrar su decisión y empeño a no ceder ante tamaño atropello. ¿Conseguirá resistir y salir airoso? ¿Sabe acaso, en su corta edad, medir la dimensión de aquello a lo cual habrá de enfrentarse?...Solo el tiempo lo dirá...
ResponderEliminarSi me preguntaras eso a mí te diría que estoy enfadada con los hombres. Cómo es que no saben amar de verdad?
ResponderEliminarPorque marginaron y anestesiaron su neurona patinadora. Ella es la que nos da la libertad. Y sin esa libertad el amor se vuelve, no sencillo y humilde*, sino mezquino y cobarde. Y esa mezquindad y cobardía lo hace no solo inferior, sino incluso subyugado y humillado por alguna otra cosa*.
ResponderEliminar*Algunos pretenden confundir la humildad y la sencillez con la cobardía y la mezquindad. I viceversa.
*La naturaleza esquiva e inconcreta de "esa otra cosa" solo podrá realmente llegar a entenderse cuando se acepte la existencia de la neurona que patina.
Creo que este niño enfadado intuye que vendrán a reprimir todos sus deseos... a la carga contra sus ganas de hacer lo que le place... tal vez sólo desee seguir jugando el juego de la vida... dejarse llevar por el mar de la creatividad...
ResponderEliminarOjalá pronto abra sus puñitos y el aire húmedo le brinde la esperanza de encontrar las grietas para escabullirse a los mandatos... a la tristeza de no poder ser él mismo...
Gracias por visitar mi blog Palabra Chamánica! no eres el único hombre que ha pasado por allí, pero igualmente no son mayoría... ¿será que aún les cuesta encontrar su lado femenino... la neurona patinadora, la intuición y la magia? te envío un abrazo alado! Germana